Apenas seis semanas después de las fiestas navideñas, Porsche ya presenta una versión descapotable de su 911 tipo 992. Sí, porque con «estamos en declive» no me refiero a que el 911 se dirija hacia las profundidades de la calidad automovilística, sino más bien a que nos adentramos en una -muy- larga serie de presentaciones de variantes en los próximos meses. El modelo de negocio de Porsche está en este precio y, como funciona bastante bien, es poco probable que cambie a corto plazo.
Ya disponible para pedidos por 134.405 euros (precio en Alemania para un Carrera S, cuenta 8.000 euros más para un 4S), el 911 cabriolet sólo está disponible por el momento con el motor biturbo de 3 litros, 530 Nm y 450 caballos del Carrera S, al igual que su hermano cubierto. Así que no hay sorpresas en cuanto al bagaje técnico del coche ni en cuanto a su estilo: la receta del 991 se saca del coche y está lista para funcionar. Va rápido, con una velocidad máxima de algo más de 300 km/h y entre 3,5 y 3,9 segundos para alcanzar los 100 km/h desde una parada completa, dependiendo de la versión y las opciones.
Para todos los detalles del 992, está disponible en la presentación escrita por nuestro amigo Régis que les invito a leer o releer.
La verdadera novedad se encuentra en el apartado de opciones con la llegada del chasis deportivo PASM: muelles más cortos y firmes, un coche rebajado 10 mm: la receta es conocida pero inédita en la versión descapotable (salvo que conduzcas un Boxster, siempre ha estado disponible, qué descaro de mini Porsche).
La capota puede plegarse en su compartimento en 12 segundos a velocidades de hasta 50 km/h. Esto es incluso más rápido que antes gracias a un nuevo sistema hidráulico específico. Incorpora algo de magnesio en su estructura para evitar el antiestético efecto globo a altas velocidades.
Como suele ocurrir con los descapotables, hay pocas novedades, así que terminaré centrándome en la configuración de la presentación. Esto es importante porque a menudo orienta a los futuros compradores en su elección. Esta vez, el equipo de marketing ha acertado: llantas plateadas transparentes, pinzas PCCB amarillas, un color azul intenso y ningún antiestético paquete de carbono que lastre el aspecto general ni ningún otro truco para que parezca más rápido. Sinceramente, ya va bastante rápido. El interior claro contrasta delicadamente con el azul oscuro, es perfecto. No está en la tendencia actual, pero si puede ayudar a devolver la razón y la elegancia a los compradores, sólo podemos aplaudirlo calurosamente, ¡gracias!
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